miércoles, 19 de diciembre de 2012

DAME PARA DAR



Quién fuese pastora para llevarte mi mejor cordero y cantarte desde lo hondo que, cuando me dejo, sé reconocer en ti a mi único Dios, el que da sentido pleno a mi vida. Ya sé que tu me has enseñado que estás en todos los más vulnerables, que no hay ser humano en el que no estés y que, por eso, debo mirar a todos mis hermanos con las mismas ganas pero, a veces, me canso de mí misma. Dame ese chute de amor cuando no te vea en los demás, cuando mire para otro lado, cuando deje de ser humana. Dame para dar. Dame para tenerte al lado siempre. Dame para sentir cerca tu promesa y esperarte con el aceite intacto, para poder cantarte algún día en ese humilde portal que será mi noche de paz. Mientras tanto, seguiré ensayando y degustando tu dulce sabor a pan, mi niño lindo, mi Dios chiquito y asombroso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario