“Yo no hice nada especial, sólo hice lo que debía,
nada más”
Irena
Sendler es una de esas personas que debería de ser necesario recordar de vez en
cuando porque puede aportar muchísimo bien a nuestras vidas. Murió en 2008 y dejó un gran testimonio de
humanidad al mundo.
Cuando
alguien se enamora surge el sentimiento de decirle a la otra persona: “es bueno
que tu existas”, el caso de Irena Sendler va más allá porque no sólo podrían
expresar ese sentir los que obtuvieron beneficios con su vida, sino que, los
que no la conocemos podríamos hacernos eco de su buen hacer, de su constante buena voluntad y su amor incondicional al mundo que, aún después de
muerta, yo sería una de las muchas personas capaz de decir: “es bueno que hayas existido porque, con tu
ejemplo, yo puedo ser mejor en mi vida”.
Irena
Sendler fue la hija de un médico que inculcó en ella una voluntad firme y
humanitaria “a tope” desde su niñez. Siendo ella asistente social en plena II
Guerra Mundial, liberó, junto con un grupo no organizado, a 2500 niños del
guetto judío de Varsovia y que lograron devolver (una vez terminó todo esta
barbarie) a las familias que permanecieron con vida. Los niños eran recogidos con
otros nombres por familias polacas y por conventos y monasterios de la zona
para ser devueltos cuando se marcharon los militares alemanes.
Para
eso Ilena escribió todos sus nombres y los de sus familias junto con los de su
nueva identidad y los metía en botes que permanecieron escondidos en el patio
de su vecino para ser ocultados a la Gestapo.
Fue
torturada bruscamente pero sin abrir la boca no consiguieron dar con el
paradero de los niños afortunados ni de sus compañeros ayudantes. También pasó
meses muy intensos de prisión en Pawlak donde mantuvo un silencio continuo en
sus labios. No dijo tampoco ninguna palabra cuando la condenaron a muerte,
sentencia que nunca llegó a cumplir porque, camino al lugar de la ejecución, el
soldado la dejó libre.
Así pasó a ser una clandestina que con otra identidad pudo
seguir con su vida.
Me llama muchísimo la atención de esta mujer su heroicidad diaria porque no estamos hablando de un acto en el que salva a 2500 niños de golpe por un acto concreto, sino que día
a día "se la jugaba" al 100 % llevando a estos niños escondidos mientras pasaba por delante de los nazis.
¡¡Brillante y maravillosa debe de ser la luz de Irena Sendler en el cielo!!
Dejo a continuación el enlace de la película "El valiente corazón de Irena Sendler":
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